Comunicado Público Directiva Nacional de Bienestar Integral por los Derechos Ambientales Sostenibles (BIDAS)

BIDAS, 11 de septiembre de 2012. Recientemente se publicó en un medio de comunicación local la aprobación por parte de la Comisión de Evaluación Ambiental de Antofagasta, la construcción de una nueva planta desaladora para nuestra ciudad, la cual según estimaciones de los encargados ayudara a abastecer a la totalidad de la población, generando así una peligrosa dependencia para la ciudad en este vital elemento, lo cual reviste una importancia significativa en el desierto que habitamos.

Sin embargo es nuestro deber como agrupación y representante social expresar nuestros reparos a la calidad de este proyecto, ya que la inversión realizada es de 120 millones de dólares, si la llevamos al contexto internacional es muy inferior para una planta de estas características, por ejemplo una de las plantas desaladoras en  Israel costo aproximadamente  400 millones de dólares en la zona de Sorek, y otra en Australia de 1200 millones de dólares en inversión aproximadamente, esto en primera instancia deja en evidencia que el presupuesto es significativamente inferior, y claramente no garantiza  el uso de “tecnologías de punta”.

Otro punto importante en el cual se debe poner atención, es la supuesta ventaja de no tener que procesar los contaminantes que están presentes de forma natural en el agua de origen cordillerano, agua que, como ya sabemos tiene  índices propios  de  químicos, metales y otros. El agua de mar no está exenta de estos mismos elementos  sumados a miles de muchos otros. Es de conocimiento público que el mar es utilizado como un gran “Cloaca” para desechos de todo tipo. Contaminantes que difícilmente serán procesados de manera eficiente en una planta que funcionara con una  menor inversión y con un uso de osmosis inversa que, es ineficiente al momento de eliminar las sustancias que están presentes en el mar y que, están perjudicando de distintas maneras la vida y la salud de toda nuestra comunidad.

Para ser más específicos y aclarar todos los elementos que una planta desaladora en muchos aspectos la OMS no la considera segura; toda vez  que  la potabilización del agua es artificial, sumado a que la ley chilena es permisiva y deficiente, pues, no exige la remoción de  algunos metales y otros químicos, también están presentes sin mencionar en la normativa; PCBs (policlorobifenilos), pesticidas, Insecticidas, Fungicidas, DDT, Bisfenoles, ftalatos, Dioxinas, bromuros, desechos radioactivos, desechos orgánicos, sedimentos, materiales suspendidos, etc. , además, luego del desastre de Fukushima producto de las fallas en las plantas nucleares en el terremoto de Japón, la radioactividad nadie conoce si está presente en aguas de nuestras costas, y la lista suma y sigue. Por lo cual claramente el agua de mar no solo debe ser desalada, sino que, también, DEBE ser procesada para eliminar la totalidad de los elementos mencionados como está establecido en normativa Chilena DL409/2005 que dice que están tomados parámetros de la OMS, de valores de contaminantes que están establecidos como Provisionales, lo cual no se obtiene solo con un proceso de osmosis inversa, el que es utilizado en las plantas de estas características. Debemos mencionar además que la actual planta desalinizadora no garantiza que todos estos contaminantes sean eliminados, por lo que ya estamos en una situación peligrosa en nuestra ciudad, ya que “quizás” estemos libres de arsénico, (lo que de hecho aun no es demostrado por nuestras autoridades ni entidades encargadas de velar por esto,  desconociéndose la precisión del instrumental utilizado con calibraciones y patrones vigentes) pero nos han sumando una lista de contaminantes que nos llevan a pensar que este “remedio” es peor que la enfermedad.

Citamos a Aguas Antofagasta y sus promesas corporativas: “LA SALUD Y LA CALIDAD DE VIDA DE LAS FAMILIAS DE NUESTROS CLIENTES, SE SUSTENTA EN LA EXCELENTE CALIDAD DE NUESTRA AGUA POTABLE”, la que supera las exigencias de la norma chilena y alcanza los estándares que a nivel internacional recomienda la Organización Mundial de la Salud”. Solicitamos una cuenta pública sobre las mediciones y análisis al agua (tal como también es mencionado en la OMS), conocemos  que estos análisis efectivamente no están dentro de los parámetros OMS, especialmente el agua desalada como es mencionado en la OMS Guía  para la calidad del agua, primer apéndice, y que estos análisis no sean solo de metales pesados, sino que integren a la totalidad de contaminantes que la OMS especifica  en  análisis de aguas para el consumo humano, además, exigimos que la prioridad en la entrega de este vital y critico elemento sea natural, no desalada, asegurando la salud y la vida de la  comunidad de la segunda región, y no privilegiar procesos productivos en lugar de la salud y vida de la población.

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