Conclusiones Generales: investigación "Caracterización Discursiva de la Gestión Ambiental Local en la Región Metropolitana"

La investigación "Caracterización Discursiva de la Gestión Ambiental Local en la Región Metropolitana", enfatizada en rescatar los sentidos y significados expresados y contenidos en el discurso de los actores de la gestión ambiental local en Chile y específicamente en la Región Metropolitana, da cuenta de una serie de factores que subyacen a los discursos y que se convierten en elementos necesarios de estabilizar y analizar, toda vez que han sido determinantes para entender el estatus que Chile le a dado al tema medio ambiental.
Por: Mónica Fernández G. Jefa Asuntos Estudiantiles, Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Conclusiones de su tesis de Magíster en Política y Gestión Medioambiental.

En esta línea cabe señalar la influencia que ha tenido el actual modelo de desarrollo económico que, en el contexto de la globalización, experimentan los países de la Región y Chile en particular, cuyos énfasis se sitúan en el crecimiento económico, en un tipo de política centrada en tener cada vez mayor inserción en el mercado internacional, como también en la restricción de la participación del Estado en aquellas áreas donde -según la corriente neoliberal que sustenta el modelo actual- el privado lo hace con mayor eficiencia. “De hecho, esta filosofía tiene y reconoce como su único objetivo la permanente creación de riqueza y, más secretamente, su concentración en manos de una minoría privilegiada, y por lo tanto conduce un combate por cualquier medio, incluso la destrucción del medio ambiente y el sacrificio humano, contra cualquier obstáculo a la maximización de las ganancias”(Bourdieu, 1995)
Aquello denota incuestionables fallas, algunas relativas a la gestión de los recursos naturales y su indudable y peligrosa sobreexplotación, como  también la paradoja surgida cuando dicho modelo entra en crisis, donde emergen las voces por  demandar un Estado con mayor protagonismo, que haga las veces de “salvador” de aquellas actividades de orden privado, contradiciendo la base argumentativa y fundacional del modelo, el cual se define a partir de un Estado reducido. En esta línea cabe preguntarse, ¿que pasó con la superioridad del privado, esgrimida en dicho modelo?
Chile, al igual que en el resto de América Latina, a comienzo de los años 90, ha fortalecido su institucionalidad ambiental, mediante la creación de la CONAMA y prontamente el  Ministerio de Medio Ambiente, sin embargo existe la percepción de que esta explosión institucional ambiental no ha estado acompañada de la suficiente transferencia de recursos técnicos y financieros, como también del estatus político necesario que debiera tener la gestión ambiental del país, toda vez que a la luz de los relatos, más bien la gestión ambiental local se encuentra explícitamente supeditada a la política del poder central, sin embargo, no es menos cierto que aún se conservan y atisban -a partir de los distintos discursos- elementos de lucha y de anhelos por reconquistar un tipo de poder comunal-local, que haga frente a los temas ambientales desde las lógicas solidarias, participativas y colectivas.
Por lo anterior y aludiendo a la gestión ambiental local y de acuerdo a lo  estabilizado en los distintos discursos, podemos señalar que Chile, a pesar de contar con una plataforma jurídico-institucional orientada a la elaboración de propuestas políticas ambientales y de instrumentos económicos, su operatividad no está siendo suficiente para permitir la integración de las autoridades locales en la gestión ambiental nacional, toda vez que los discursos de aquellos agentes relacionados directamente con la gestión y el desarrollo local aluden a la existencia de importantes fallas de coordinación entre las políticas estatales y las locales, como también la evidente brecha producida entre las metas relativas a la gestión ambiental del Estado –discurso oficial- y los logros a nivel local.
En este sentido, se perciben ciertamente dos importantes tendencias, la primera  de tipo republicana, relativa a la necesidad e insistencia de recobrar y recomponer el sentido social y participativo del desarrollo, a nivel local, en contraposición con aquellas de tipo liberal, donde la satisfacción individual está por sobre los intereses comunitarios, dejando ver la influencia, muchas veces perversa, que ejerce el  modelo económico imperante, el cual por una parte funciona bajo una lógica centralista del Estado y en consecuencia se retrae de las necesidades locales ambientales, y por otra parte alude al desarrollo sustentable, como plataforma discursiva y política a nivel nacional e internacional, con el casi único propósito de conseguir mayores estándares internacionales.
En este marco, el gobierno local y sus élites, se perciben sobrepasados en sus atribuciones y capacidades para gestionar en su territorio políticas ambiéntales que vallan en directo beneficio de sus comunidades, toda vez que, reconociendo la existencia de mecanismos participativos, estos no están siendo suficientes a pesar que el discurso oficial así lo manifiesta, por tanto no es menor la falta de sintonía manifestada entre los objetivos e intereses políticos centrales y las aspiraciones locales.
En esta perspectiva, surge la interrogante respecto a cómo el municipio, en un contexto centralista y globalizado, logra limitar el poder que ejerce el nivel central, considerando el nivel de influencia que ejerce el actual sistema capitalista, cuyo propósito principal apunta a elevar las ganancias económicas las que no siempre se traducen en mayores beneficios a nivel local.
En consecuencia la gestión ambiental de los territorios, se percibe determinada por importantes factores a su haber; el primero se refiere a la capacidad técnica y profesional del municipio, necesaria para elaborar e implementar estrategias ambientales; la segunda dice relación con la existencia -por parte del Estado- de una preocupación cierta por el interés público ambiental-local, traducido éste en otorgar mayor poder y autonomía al municipio para concretar soluciones ambientales locales; y en tercer lugar cabe preguntarse por la responsabilidad que le cabe a los actores comunales, frente a la pérdida del poder comunal y a la permanente influencia del poder central y el proceso de individualización que lo caracteriza.

En esta línea se perciben relevantes tensiones entre las concepciones liberares (individualismo) y las republicanas (comunitarias-participativas), donde se percibe el desafío, por un lado de recobrar el ser social, como lo denomina Marx  y por otro lado, congeniar el interés económico con el ambiental, toda vez que no es menor la existencia de una cierta dualidad de intereses, respecto al crecimiento económico, siendo un objetivo necesario y legítimo de parte del Estado,  pues su acción debe, a todas luces, permitir la conducción del país, la actividad pública y el bienestar de su población, y por otro lado el interés de que dicha tarea se haga con  transparencia y bajo los  principios de preservación y conservación de los recursos naturales. Desafío no menor, considerando que el modelo hasta ahora vigente, evidencia la falta de armonización entre el cuidado del medio ambiente y el crecimiento económico. Cuando estos dos objetivos se armonicen, se podría afirmar con fundamento que Chile posee una política bajo criterios de sustentabilidad, pero para llegar a esta armonización de visiones debemos tener en cuenta al abanico de actores e instituciones que sustentan, los que sostienen  importantes posiciones ideológicas y niveles de conocimiento relativos a la cuestión ambiental,  donde la dominación de algunos se evidencia por las pocas posibilidades de influencia  en el desarrollo de la problemática.
De lo anterior se evidencia la importancia de entender la problemática ambiental desde una concepción integral, donde el respeto del entorno natural pasa por una acción deliberada de todos los componentes de la sociedad, la cual requiere de una mayor comprensión, reflexión, como también –de parte de la política- la urgencia de mayores esfuerzos por reconocer las diferencias presentes en la sociedad y poder mediar entre ellas, con la finalidad  de propender a un sistema que funcione de manera favorable para la totalidad de la sociedad actual y para las futuras generaciones. En esta línea parece pertinente señalar una especie de "continuo" de posiciones ideológicas que son sostenidas en el marco del desenvolvimiento discursivo de la lucha por la apropiación de la interpretación de "lo ambiental". En este sentido se evidencia la multiplicidad de discursos presentes  en la realidad ambiental chilena.

Lo anterior indica la urgente necesidad de pensar en una posible modificación del hasta ahora modelo neoliberal, ya que es por todos conocidos sus efectos, tanto sociales como ambientales.
Dicha modificación debiera traducirse en situar dicho modelo –ya asentado tanto en Chile como internacionalmente- desde una lógica integral, la que permite superar las distorsiones producidas por el mercado, otorgándole un rol orientador de la actividad económica, dando mayor protagonismo a la acción del Estado, como también dar mayor figuración a los actores sociales y sus instituciones en las definiciones de los objetivos del desarrollo.
Si bien es cierto, no podemos dejar de reconocer el factor relevante que toma el crecimiento en la economía nacional, toda vez que éste debiera disminuir la intensidad de explotación de los recursos naturales, es decir concebir un modelo  que contemple políticas basadas en la defensa firme del patrimonio del país, ya que en la actualidad se sobreexplotan los recursos naturales, principalmente por las  de desprotección que sustenta el actual modelo neoliberal.
Finalmente un eje discursivo relevante que estimuló el interés de la presente investigación, es el que dice relación con la necesidad de detenerse en el análisis de la dimensión cultural. No cabe duda que el factor determinante de la conducta humana, tiene directa relación con el contexto cultural y social en que se desarrollan las personas y su comportamiento y relación con el entorno. Por lo anterior adquiere importancia los esfuerzos que se hagan por entender los comportamientos de las personas en relación a su medio ambiente, como también el quehacer de las instituciones.

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