El 15 de agosto del 2013, el presidente Correa ha declarado que la iniciativa Yasuní ha fracasado, ha disuelto el fondo fiduciario del PNUD y ha anunciado la explotación de petróleo en el Bloque ITT (Ishpingo-Tambucocha-Tiputini). Ya en las próximas semanas comenzarían los trabajos de exploración. Esto es toda una tragedia - para las comunidades indígenas, para la biodiversidad y para la protección del clima. Y es una tragedia porque la comunidad internacional ha fallado a la hora de apoyar esta iniciativa hacia adelante y con ello poner en marcha un proyecto modelo. Alemania hubiera podido encabezar el apoyo a la idea de dejar el
petróleo bajo tierra y de reconducir la cuestión. El ministro alemán de cooperación
¿Dónde estamos en este momento?
Ha pasado lo que muchos de nosotros temíamos: tras su reelección, el presidente Correa anula la Iniciativa Yasuní-ITT de mantener indefinidamente inexplotadas las reservas de 846 millones de barriles de petróleo en el campo ITT (Ishpingo-Tambococha-Tiputini). Con la anulación, la nueva presidencia torpedea la protección del Parque Nacional Yasuní, que es único. Una vez más se subordina un espacio natural de valor inestimable a un interés económico de corto plazo. Esta decisión suscita gran preocupación, sobre todo respecto a la situación de los grupos indígenas.
La noticia de la decisión de Correa ha generado una amarga decepción y ha provocado protestas. En el Ecuador se extienden las manifestaciones, la Iniciativa ITT tiene un amplio apoyo en la ciudadanía ecuatoriana. Asimismo, se ha iniciado una campaña de Avaaz:
http://www.avaaz.org/en/petition/Yasuni_park_oil_drilling_in_Amazon_rainforest/?tFxlPab.
Muchos se sienten engañados. Las organizaciones de la sociedad civil en el Ecuador exigen un referéndum respecto al futuro de Yasuní y la pregunta central para el referéndum ya fue entregada al Tribunal Constitucional. Éste ahora va a decidir en un primer paso si se admite la pregunta del referéndum “¿Está usted de acuerdo que el Gobierno ecuatoriano mantenga el crudo del ITT, conocido como bloque 43, indefinidamente bajo suelo?”
Éste es el momento de solidarizarse con aquellos que luchan por la preservación y conservación de Yasuní. El Parlamento ecuatoriano tiene que ratificar la decisión de anular el estatus de protección de Yasuní-ITT y de iniciar la explotación petrolera. El partido de Correa, Alianza País, dispone de una clara mayoría en el Parlamento. El país debate sobre la decisión del presidente, los medios de comunicación informan del estado de las cosas; ahora hay que acompañar este proceso y expresar, desde Alemania, claramente nuestro apoyo en favor del Parque Yasuní y contra una nueva explotación petrolera en la Amazonía.
Quiero decirlo con mucha claridad: con su decisión, el presidente Correa ha dado preferencia a la industria petrolera. De esta manera ha abandonado la posición de vanguardia del Ecuador de exigir a nivel internacional un nuevo enfoque político respecto a la explotación de las materias primas. Aunque ya se esté explotando petróleo en otro lugar del Parque Yasuní, con la iniciativa ITT existía en el Ecuador una perspectiva innovadora de “Salir del petróleo”. Con la iniciativa, también se trataba de mostrar que Ecuador estaba dispuesto a un cambio de dirección y de contraponer valores ecológicos y culturales a la fiebre del crecimiento basado en las materias primas fósiles. El nuevo argumento de Correa de emplear los ingresos en la lucha contra la pobreza frustra la idea original. La apertura del Parque Nacional Yasuní a la explotación petrolera pone de manifiesto una vez más que en el Ecuador la legislación ambiental es secundaria. Con su decisión, el presidente Correa también adquiere la responsabilidad al respecto.
La responsabilidad internacional: ¡una vergüenza!
Sin embargo, no se puede responsabilizar de este retroceso sólo al Ecuador. En la prensa alemana, el Ministerio alemán de cooperación internacional BMZ se negó rotundamente a reconocer la responsabilidad de la comunidad internacional en el fracaso de la Iniciativa ITT.
No quiero minimizar el rol del presidente ecuatoriano, pero sí digo con toda claridad: en este caso la comunidad internacional ha fallado por completo. El apoyo financiero nunca se concretó, no se realizaron pagos realmente importantes y no se asumió un compromiso internacional real de compensar la “no explotación”. “Salir del petróleo” en la Amazonía… ¡para esta inciativa concreta no existe un apoyo financiero real! La hermosa retórica sobre la necesidad de terminar la dependencia sistémica del petróleo no es acompañada de acciones.
Domina la ignorancia sobre la capacidad de carga del planeta y la falta de visión frente al futuro de las próximas generaciones. La demanda desenfrenada de petróleo sucio sigue produciendo víctimas. Ahora, también el Ecuador sucumbe al estímulo económico de sacrificar su parque nacional. Resulta irrelevante el inmenso valor natural de Yasuní, comprobado científicamente, también como espacio de vida de pueblos indígenas en aislamiento voluntario. Las advertencias más recientes del Club de Roma sobre el derrumbamiento de los ecosistemas se extinguen sin que en ningún lugar se atienda a las consecuencias.
Y de este modo Yasuní también tiene que ver con la (falta de) voluntad de la política actual de tomar en serio los límites del crecimiento y de impedir el saqueo definitivo del planeta. Una lamentable tragedia ecuatoriano-alemana: las egolatrías de Correa y Niebel. En esta tensa situación actual, el Ministerio alemán BMZ ha actuado torpemente. Así, después de la renuncia de Correa a la Iniciativa ITT Yasuní, el portavoz de Niebel declaró en la prensa alemana que -según el alcance de los trabajos de perforación- habría que decidir si el apoyo financiero alemán para la reserva de la biosfera Yasuní aún resultaba pertinente. Estos gestos amenazantes del ministerio de Dirk Niebel fueron contraproducentes. En esta situación delicada se podía esperar del BMZ una mayor habilidad diplomática. El presidente Correa aprovechó esta oportunidad puesta en bandeja por el BMZ, rescindiendo el 20 de agosto unilateralmente el acuerdo ecuatoriano-alemán para la protección de la biosfera de Yasuní.
Los antecedentes
En Alemania, todas las bancadas parlamentarias apoyan por una inusual unanimidad esa idea revolucionaria del Ecuador de dejar el petróleo del Bloque ITT bajo tierra. No obstante, después del cambio de gobierno en el 2009 el ministro Niebel había retirado el apoyo del gobierno alemán a la iniciativa. Yasuní-ITT no se adecuaba a la ideología del partido de los liberales, FDP. La negativa alemana a la iniciativa fue un duro golpe para Yasuní-ITT y el fondo fiduciario correspondiente de las Naciones Unidas, ya que el liderazgo de Alemania en el apoyo hubiera podido convencer a otros a favor de este proyecto visionario. Por ello, la renuncia alemana tuvo efectos sobre otros potenciales donantes.
Después de un juego de idas y vueltas durante años y la presión masiva por parte de la sociedad civil alemana y desde el Parlamento alemán, el ministerio BMZ finalmente se decidió a apoyar por lo menos al Parque Nacional Yasuní con algunas áreas circundantes. Este apoyo, sin embargo, se realiza de forma
expresamente independiente de la Iniciativa Yasuní-ITT. En octubre del 2012, los gobiernos alemán y ecuatoriano acordaron un programa especial para la conservación y el desarrollo sostenible de la reserva de la biosfera Yasuní, para la cual el gobierno federal pone a disposición un total de 34,5 millones de euros.
Este es el acuerdo que Correa acaba de rescindir. Con esto el presidente ecuatoriano pierde su credibilidad. Una cosa es enfatizar la independencia y soberanía nacional, pero renunciar precipitadamente a los programas de protección para Yasuní y sus habitantes, acordados entre Ecuador y Alemania, es prueba de poca visión y es irresponsable. Porque hasta ahora no hay nada comparable en la región.
Conclusión
Las vanidades del ministro de desarrollo alemán Niebel y del presidente Correa aportan a la destrucción del Parque Nacional Yasuní. Tras el abandono de la Iniciativa ITT por parte de Correa, hubiera sido imprescindible un intenso debate sobre conceptos de protección para el parque nacional. En vez de ello somos testigos de escaramuzas chauvinistas de los protagonistas Niebel y Correa. La retirada del Ministerio alemán BMZ favorece a todos aquellos que quieren impulsar la explotación petrolera. Los fondos para la protección del espacio de la biosfera Yasuní hubieran significado una inversión oportuna si Alemania hubiera
actuado como un socio crítico e incómodo, exigiendo estándares y transparencia como contrapartida frente al apoyo. Debido a los gestos amenazantes poco profesionales del BMZ y a la consiguiente rescisión del acuerdo alemán-ecuatoriano por Correa, por ahora está opción está vetada.
Sólo me queda hacer un llamado para que justamente ahora se señalen las alternativas que van más allá de la explotación petrolera. El Ecuador innovador está convocado a recordar tanto los ideales que se ha autoimpuesto, como la Constitución y también el objetivo del “Buen Vivir”.
¿Cómo seguir?
En la actualmente tensa relación entre Alemania y Ecuador, apelo a la razón de todos los involucrados. La preservación del Parque Nacional Yasuní no puede ser sacrificada por egoísmos y estados de ánimo carentes de visión.
El final de la Iniciativa ITT es un duro revés para las innovaciones más allá de la dependencia fósil. Pero a pesar de la decepción, para mí también es el momento de sacar conclusiones, y, sobre todo, mostrar perspectivas! En todo el proceso, la sociedad civil ecuatoriana se vio como garante para que se proteja la Amazonía y se deje el petróleo bajo tierra. Por consiguiente, de lo que se trata ahora es de apoyar a aquéllos en el Ecuador que critican el abandono de la Iniciativa y que no quieren tocar el Parque Nacional Yasuní.
El presidente Correa minimiza los riesgos y los peligros de fomentar la extracción. Sin embargo, si realmente se llegara a la explotación petrolera anunciada por Correa, sería pertinente realizar un análisis independiente y riguroso sobre cómo se llevarían a cabo las perforaciones y qué pasaría por ejemplo con los desmontes y las infraestructuras viales dentro del Yasuní. También habría que garantizar la posibilidad de un acompañamiento crítico en el Ecuador mismo, sin intimidaciones ni difamaciones, y asegurar que las voces de las personas en el lugar se escuchen en la región y que se tomen en cuenta sus intereses.
Construir el futuro: ¡Salir del petróleo!
Pero también Alemania es un país en vías de desarrollo. Vivimos en dependencia del petróleo. Nuestro sistema se basa en la destrucción de espacios naturales y conduce a la catástrofe climática. Antes de que dictemos cambios a otros países debemos hacer nuestros deberes, que en este caso significa: ¡Salir del petróleo! Sobre todo el de los bosques tropicales. Las alternativas verdes existen: debemos ahorrar energía, producir de manera eficiente y llevar las energías renovables al 100 por ciento. ¿Visionario? ¡Preguntemos a las siguientes generaciones!
Saludos combativos de todos los colaboradores y colaboradoras de la oficina de Ute
Ute Koczy
Diputada en el parlamento federal alemán por el partido Los Verdes
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